Síndrome piriforme

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  Autor(es) : Dr Shanan Khairi
  Última edición el : 22/09/2024

El síndrome piriforme es un síntoma de dolor crónico resultante de la compresión del nervio ciático por el músculo piriforme.

Es un síndrome poco frecuente y su diagnóstico es esencialmente clínico y de exclusión. Su tratamiento terapéutico es responsabilidad de la medicina física y/o de la cirugía ortopédica.

Elementos de fisiopatología

Situación anatómica del piriforme y del nervio ciático
Situación anatómica del piriforme y del nervio ciático

Este síndrome resulta de la compresión del nervio ciático por los músculos circundantes en su emergencia entre el músculo piriforme, por encima, y los músculos rotadores de la cadera, por debajo.

Es importante señalar que la existencia misma de este síndrome sigue siendo debatida dentro de la comunidad médica.

Clínica

La sintomatología típicamente consiste en dolor crónico paroxístico y/o parestesias que comienzan en una nalga y se extienden por la parte posterior del muslo, y más raramente, hasta la parte posterior de la pantorrilla y el pie. Estas manifestaciones suelen ser provocadas por ciertas actividades o posturas que favorecen la compresión del nervio ciático por el músculo piriforme: estar sentado durante mucho tiempo – a veces incluso tumbado –, correr, o realizar movimientos repetidos de flexión de la cadera (por ejemplo, subir escaleras) o el ciclismo.

Generalmente, no hay otras manifestaciones.

Diagnóstico diferencial

El principal diagnóstico diferencial es la radiculopatía lumbosacra (principalmente S1), que es mucho más frecuente. Las características clínicas suelen permitir establecer este diagnóstico (dolor lumbar crónico, signo de la campanilla, signo de Lasègue, etc.). En caso de duda, una imagen lumbosacra puede confirmar o descartar un conflicto radicular.

Cualquier compresión del tronco ciático por otra estructura, como un tumor o una inflamación en la región, puede dar una clínica similar.

De manera más marginal, otros diagnósticos diferenciales pueden considerarse en ocasiones. No obstante, su clínica es habitualmente lo suficientemente diferente como para no causar confusión: espondiloartritis (dolores en la nalga alternantes, dolor en la columna, dolores “intercostales”, dolor en los omóplatos, etc.), patologías de la cadera (dolores localizados a la palpación y movilización, etc.).

Exámenes complementarios

No es necesario ningún examen complementario ni hay pruebas con sensibilidad o especificidad suficientes para establecer un diagnóstico positivo, que sigue siendo principalmente clínico y de exclusión.

La prescripción de exámenes complementarios estará principalmente motivada por la necesidad de excluir diagnósticos diferenciales. En la práctica, habitualmente se realizan resonancias magnéticas (IRM) lumbosacras y pélvicas.

TAC o IRM lumbosacra

Su único interés es ayudar a descartar una compresión radicular que podría explicar la clínica.

IRM pélvica

No tiene utilidad para el diagnóstico positivo. Sin embargo, puede ayudar a excluir la compresión del ciático por una lesión estructural en la región (ej: tumor).

Ecografía de la región glútea

Realizada por un radiólogo experimentado, puede permitir, a través de maniobras provocativas, reproducir la sintomatología y objetivar la compresión del ciático por el piriforme de manera concomitante.

Exámenes electrofisiológicos: VCN-EMG y potenciales evocados

Estos exámenes son poco específicos en este caso y habitualmente normales. Además, la parte de EMG propiamente dicha solo puede realizarla un electrofisiólogo especializado.

Otros exámenes

Excepcionalmente, si la clínica sugiere otras patologías, se pueden justificar exámenes para descartarlas: biología, IRM sacroilíaca, gammagrafía ósea, imágenes de cadera, etc.

Tratamiento y manejo

El manejo corresponde al ámbito de la ortopedia o la medicina física. Generalmente consiste en:

  • Evitar actividades y posiciones que desencadenen el dolor
  • Fisioterapia (estiramientos de la cadera y del piriforme)

En caso de persistencia del síndrome, se puede considerar el uso de AINEs orales y la realización de infiltraciones de corticoides bajo guía ecográfica.

De manera muy excepcional, se puede discutir una cirugía si el síndrome es resistente a todas las demás formas de tratamiento.

Bibliografía

Alpin RJ et Ganju A, Piriformis syndrome: a real pain in the buttock?, Neurosurgery, 2009 Oct

Kirschner JS et al., Piriformis syndrome, diagnosis and treatment, Muscle Nerve, 2009 Jul